Utilizando los recuerdos de la instalación sonora, la escultura, el dibujo recuperado y la cerámica, este proyecto nos propone transitar desde los cantos de diez madres hasta nuestra propia memoria donde aún esa voz de quien nos invocó mucho antes de conocernos.
Con los años, dejamos de regalarles nuestros sencillos dibujos, abandonamos el tranquilo nido y fundamos otros espacios en donde, tal vez, se cante de nuevo. Al final, tarde o temprano vamos a volver a ellas, esperando que se dilate el momento inevitable en que vivan tan solo como un hermoso
sueño.